La enfermedad hipertensiva en el embarazo es motivo de preocupación para los profesionales de la salud, ya que puede comprometer la salud y la vida de la madre y del niño. Los hallazgos de investigaciones anteriores, basados en gran medida en estudios observacionales, sugieren que los trastornos hipertensivos también pueden ser un factor de riesgo de futuras enfermedades cardiovasculares (ECV) en la madre. Un nuevo artículo proporciona pruebas más sustanciales de que tales asociaciones son reales.
Estudiar: Asociación de Trastornos Hipertensivos del Embarazo con Enfermedades Cardiovasculares Futuras. Haber de imagen: ALPA PROD/Shutterstock
Introducción
Los trastornos hipertensivos del embarazo (HDP) afectan a casi una décima parte de todos los embarazos. Están involucrados en casi una de cada siete muertes maternas, lo que los convierte en la segunda causa más importante de morbilidad materna mundial. Incluyen tres condiciones: hipertensión gestacional, preeclampsia/eclampsia e hipertensión crónica exacerbada por cualquiera de las dos anteriores.
Se ha informado que el riesgo de futuras ECV en mujeres con HDP es 2,5 veces mayor, según una investigación observacional, mientras que los datos prospectivos indican un aumento riesgo de aterosclerosis en estas mujeres en el futuro. Sin embargo, los estudios observacionales son notorios por la presencia de factores de confusión que pueden conducir a asociaciones inválidas. Como resultado, se realizó el presente estudio.
El estudio actual, publicado en Cardiología abierta de la red JAMA, utilizó la aleatorización mendeliana (MR) para realizar un estudio de asociación del genoma completo (GWAS) sobre la relación entre estas enfermedades y el riesgo de ECV múltiple en el futuro. La RM utiliza el riesgo genético de una enfermedad como sustituto de la propia enfermedad, evitando así los factores de confusión y minimizando el riesgo de causalidad inversa, ya que los factores genéticos se asignan aleatoriamente en el momento de la formación de los gametos.
Los datos se extrajeron de varios estudios europeos y los resultados incluyeron enfermedad arterial coronaria (CAD), accidente cerebrovascular isquémico, insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular (FA).
¿Qué mostró el estudio?
Los resultados del estudio de RM mostraron que las HDP con un componente genético estaban vinculadas a un 25 % más de posibilidades de desarrollar CAD en el futuro. Esto incluyó tanto la hipertensión gestacional como la preeclampsia, con un aumento del riesgo del 8 % y el 6 %, respectivamente.
Este efecto fue causado en parte por la hipertensión sistólica o la diabetes asociadas, que son factores de riesgo tradicionales para futuras ECV. Cuando se ajustó a estas condiciones, el riesgo directo debido al HDP en cualquiera de las dos condiciones siguió aumentando en un 10 % y un 16 %, respectivamente.
Esto muestra que, independientemente de la presencia de hipertensión sistólica o diabetes gestacional, existe una fuente independiente de riesgo de ECV en mujeres con HDP.
El riesgo de accidente cerebrovascular isquémico fue un 27 % mayor en mujeres con HDP predichos genéticamente. Sin embargo, la insuficiencia cardíaca no mostró tales asociaciones, ni tampoco la FA.
En este estudio se explota el poder de la RM para extraer asociaciones que podrían ser de naturaleza potencialmente causal. Por lo tanto, el estudio se suma a la evidencia que respalda la identificación de estos factores como factores que aumentan el riesgo de ECV en el futuro en madres con HDP. La mayor fuerza se observó con la exposición global a HDP en lugar de la hipertensión gestacional o la preeclampsia/eclampsia. Esto podría deberse a la existencia de hipertensión preexistente en un subconjunto de madres, lo que podría indicar la presencia de un mecanismo biológico subyacente que afecta el riesgo de ECV.
¿Cuáles son las implicaciones?
Los hallazgos del estudio indican que los HDP con una predisposición genética están asociados con un mayor riesgo de CAD y accidente cerebrovascular isquémico. Sin embargo, este aumento se debe solo en parte a otros factores cardiometabólicos. Esto sugeriría que los HDP deberían considerarse factores de riesgo de ECV.
La mediación parcial del riesgo de ECV por la hipertensión sistólica y la diabetes gestacional proporciona objetivos para la intervención preventiva, pero también sugiere áreas de investigación para identificar el mecanismo del riesgo residual de ECV en pacientes con HDP.
La disfunción endotelial se ha implicado en la HDP, lo que podría explicar el riesgo residual de CVD a través del daño endotelial persistente después del embarazo que promueve las placas ateroscleróticas. Además, el propio proceso de lesión endotelial podría persistir después del embarazo, una vez activado, aunque en un nivel subclínico, lo que provocaría un daño endotelial continuo.
Las pautas profesionales enfatizan la detección temprana y el tratamiento oportuno de las ECV posparto o sus factores de riesgo. Sin embargo, esto debe complementarse con investigaciones activas sobre el impacto de la prevención primaria de ECV en mujeres con HDP. Por ejemplo, ¿sería menor el riesgo si se continuaran las terapias antihipertensivas después del parto?
En particular, menos del 60 % de las mujeres con HDP reciben un seguimiento posparto. Además, el estudio presenta evidencia de que algunos riesgos se deben a factores de riesgo modificables, a saber, hipertensión sistólica y diabetes gestacional. Por lo tanto, estos deben ser objeto de estudios futuros.
Este estudio proporciona evidencia genética de que los HDP están asociados con un mayor riesgo de enfermedad arterial coronaria y accidente cerebrovascular, que está mediado en parte por factores cardiometabólicos. A la luz de esto, los HDP deben clasificarse como factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.


