Los académicos tradujeron un método de narración conocido como ‘TimeSlips’ al español por primera vez y lo modificaron para entregarlo en Zoom cuando el covid-19 detuvo su investigación y práctica presencial. Aunque esta adaptación fue una respuesta urgente a la pandemia, los hallazgos del estudio tienen una relevancia continua dados los altos niveles de aislamiento social que suelen experimentar las personas que viven con demencia.
Los participantes en el estudio informaron impactos positivos en su estado de ánimo y niveles de energía, y en varias funciones cognitivas, incluidas las habilidades de observación, los niveles de concentración, la motivación y la memoria. También hubo una mayor apreciación de sus propias capacidades resilientes, que también fueron reconocidas por los cuidadores de los participantes. Según el estudio, este aprecio y reconocimiento inspiró tranquilidad, confianza y orgullo, lo que a su vez condujo a una mayor motivación, participación y protagonismo en las sesiones de narración de historias.
A lo largo del estudio, los participantes expresaron satisfacción, incluso un modesto orgullo por las capacidades creativas resilientes que la plataforma les permitió ejercitar. Esto fue notable en un participante cuyas contribuciones a las historias fueron en su mayoría monosilábicas hasta la cuarta sesión y luego experimentaron un marcado aumento en duración, fluidez y entusiasmo”.
Dr. Stephen Fay, profesor de español en la Universidad de Surrey e investigador principal del estudio
En el estudio, facilitadores capacitados proporcionaron sesiones semanales de narración de historias de una hora a través de Zoom, durante 32 semanas consecutivas a participantes con demencia. Cada sesión comenzó con el intercambio en pantalla de un estímulo visual seleccionado por los facilitadores y una invitación a observar la imagen por unos momentos en silencio. Luego, el proceso de narración grupal se inició con preguntas abiertas, seguidas de un mensaje de “Sí, y …” para provocar una mayor creatividad.
Al final de cada sesión, se pidió a los participantes que generaran un título para la historia. A pesar de no estar familiarizados con la autoría de sus propias historias, los participantes hablaron positivamente de la experiencia de “hacer pensamientos”, “inventar una historia” o ser “llevados a la imaginación”.
Con 2,5 millones de personas que actualmente viven con demencia en América Latina, un número que se prevé que aumente en un asombroso 180 % para 2050, este estudio ofrece métodos en línea probados y accesibles para ayudar a estas personas y sus familias en sus propios hogares.
Fuente:
Referencia de la revista:
Fay, SM, et al. (2023) Creatividad durante COVID-19: evaluación de un programa de narración de cuentos TimeSlips en línea para personas que viven con demencia durante la cuarentena en Colombia. El gerontólogo. doi.org/10.1093/geront/gnac191.


