¿Alguna vez visitó la sala de emergencias de un hospital? Lo más probable es que no haya conocido a un médico y, en cambio, lo haya revisado una enfermera. La razón por la que no hay garantía de que uno vea a un médico en su visita a la sala de emergencias es el poco conocido ‘modelo combinado’.
Muchos hospitales subcontratan sus salas de emergencia a empresas de personal médico como American Physician Partners (APP). APP, una empresa propiedad de inversionistas de capital privado, emplea menos médicos en sus salas de emergencias como una forma de ahorrar costos para aumentar los ingresos, según un documento confidencial de la empresa.
Los médicos ahora están siendo dejados de lado por enfermeras practicantes y asistentes médicos, conocidos colectivamente como “practicantes de nivel medio”. Estos profesionales son capaces de realizar muchas de las funciones y generan casi los mismos ingresos, pero tienen menos de la mitad del salario de un médico.
“Es una ecuación relativamente simple”, dijo el Dr. Robert McNamara, fundador de la Academia Estadounidense de Medicina de Emergencia y presidente de medicina de emergencia en la Universidad de Temple, según CNN. ”Su gasto número 1 es el médico de emergencia certificado por la junta. Por lo tanto, querrán mantener ese gasto lo más bajo posible”.
Llamándolo un “modelo combinado”, APP dijo que es una forma de asegurarse de que todas las salas de emergencias tengan todo el personal necesario. De esta manera, los médicos, enfermeras practicantes y asistentes médicos pueden “brindar atención en su máximo potencial”, dijo además.
Además del temor obvio de que una persona no reciba la atención adecuada, los críticos postulan que el modelo aumenta la probabilidad de diagnósticos erróneos y facturas médicas más altas.
En un estudio, publicado en octubre por la Oficina Nacional de Investigación Económica, se analizaron alrededor de 1,1 millones de visitas a 44 salas de emergencia en toda la Administración de Salud de Veteranos. Aquí, las enfermeras practicantes pueden tratar a los pacientes sin la supervisión de los médicos.
El tratamiento por parte de una enfermera practicante condujo a un aumento del 7 % en el costo de la atención y un aumento del 11 % en la duración de la estadía, encontró el estudio.
“No es solo una cuestión de si podemos sustituir a los médicos por enfermeras practicantes o no”, dijo Yiqun Chen, coautor y profesor asistente de economía en la Universidad de Illinois-Chicago. “Depende de cómo los usemos. Si solo los usamos como proveedores independientes, especialmente… para pacientes relativamente complicados, no parece ser un buen uso”.
Debido a la falta de evidencia definitiva sobre el impacto negativo de la sustitución medicos con no médicos, es probable que el modelo combinado continúe, dijo el Dr. Cameron Gettel, profesor asistente de medicina de emergencia en Yale.
“Los peores resultados de los pacientes realmente no se han mostrado en todos los ámbitos”, dijo. “Y creo que hasta que eso se demuestre, seguirán desempeñando un papel cada vez más importante”.
