Durante un máximo de 40 años, se ha hecho un seguimiento de casi 800 000 personas de Suecia, Noruega y Austria en función de cómo su IMC y su salud metabólica, es decir, su presión arterial, niveles de glucosa en sangre y grasas en sangre, afectan el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la obesidad. cánceres El estudio muestra que aquellos que no son metabólicamente saludables tienen un mayor riesgo de ciertas formas de cáncer, independientemente de su peso corporal.
Ya se sabe que la obesidad está relacionada con más de diez tipos de cáncer diferentes. Ahora, los investigadores de una colaboración europea dirigida por la Universidad de Lund han estudiado cómo la salud metabólica interactúa con el peso corporal en relación con el riesgo de cáncer relacionado con la obesidad.
En un estudio publicado ahora en el Diario del Instituto Nacional del Cáncer, los investigadores incluyeron datos de encuestas de salud y registros nacionales de casi 800 000 personas durante los años 1972-2014. Al sopesar los datos sobre la presión arterial, la glucosa en sangre y las grasas en sangre en forma de triglicéridos, produjeron una puntuación metabólica que determinaba si las personas se consideraban metabólicamente sanas o no. Con base en el IMC (Índice de Masa Corporal), los participantes también se dividieron en las categorías de peso normal, sobrepeso u obesidad.
“Ser metabólicamente poco saludable a menudo se relaciona con la obesidad, pero tampoco es necesario tener sobrepeso para tener un estado metabólicamente poco saludable. Por lo tanto, es relevante estudiar cómo este estado juega un papel en la relación entre el IMC y el cáncer relacionado con la obesidad. “, dice Tanja Stocks, investigadora de epidemiología que dirigió el estudio.
Durante el período de seguimiento de hasta 40 años, 23 630 personas fueron diagnosticadas con un cáncer relacionado con la obesidad. No fue una sorpresa para los investigadores que un IMC más alto aumentara el riesgo de cáncer, pero ser metabólicamente poco saludable también se asoció con un mayor riesgo. El mayor riesgo se encontró entre las personas con obesidad metabólicamente insalubre, que se asoció con el mayor riesgo de cáncer de hígado, riñón y, entre las mujeres, también de cáncer de endometrio. Otro hallazgo importante fue que la mala salud metabólica en sí misma representaba un mayor riesgo de cáncer relacionado con la obesidad, independientemente de si uno tenía un peso normal, sobrepeso u obesidad.
El estudio no puede probar la causalidad, pero los investigadores vieron que la obesidad y la enfermedad metabólica interactuaban de una manera que aumentaba el riesgo de ciertos tipos de cáncer más de lo esperado cuando se combinaban los dos factores.
El estudio muestra la importancia de evaluar diferentes perfiles de riesgo metabólico además de la obesidad, para poder identificar los grupos que más pueden beneficiarse de las intervenciones para reducir su riesgo de padecer cánceres relacionados con la obesidad”.
Ming Sun, estudiante de doctorado y primer autor del estudio
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