La diabetes tipo 2 es un trastorno metabólico que afecta a una de cada diez personas en todo el mundo. Ha habido un aumento alarmante del 16% en el mundo prevalencia de diabetes tipo 2 en los últimos dos años. La diabetes también se asocia con otras complicaciones de salud, como neuropatía, retinopatía, enfermedad renal crónica y enfermedad cardiovascular. Recientemente, los científicos revisaron el papel de las nueces en el control de la diabetes tipo 2. Esta revisión está disponible en la revista Nutrientes.
Revisar: Frutos secos en la prevención y el control de la diabetes tipo 2. Haber de imagen: gorkem demir/Shutterstock
Fondo
Alrededor del 11% de los adultos en todo el mundo tienen intolerancia a la glucosa. Este grupo tiene un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (T2D). La diabetes se puede controlar a través de cambios en el estilo de vida, en particular siguiendo dietas saludables y ejercicio regular. Según las directrices recientes para la diabetes, se recomienda a los pacientes diabéticos la dieta mediterránea, que implica un alto consumo de frutas, verduras, frutos secos, semillas, aceite de oliva, pescado y huevos, y un bajo consumo de carne roja.
Los diferentes frutos secos incluyen anacardos, avellanas, nueces de Brasil, almendras, pecanas, piñones, pistachos, nueces y nueces de macadamia. Aunque los cacahuetes se consideran frutos secos, técnicamente son una legumbre. Las nueces se consideran alimentos ricos en nutrientes que proporcionan ácidos grasos insaturados, minerales no sódicos, fenoles, proteínas vegetales y otros metabolitos bioactivos importantes.
Los autores recopilaron artículos relevantes de las bases de datos de PubMed y Cochrane relacionados con la DM2 y el consumo de frutos secos para este artículo de revisión. En este estudio se consideraron tanto el maní como las nueces de árbol.
¿Cómo afecta el consumo de frutos secos al metabolismo de la glucosa?
Pocos estudios epidemiológicos han evaluado cómo afecta el consumo de frutos secos a los marcadores de control glucémico. Un estudio de lípidos y glucosa de Teherán (TLGS) realizado previamente reveló niveles más bajos de glucosa en suero en ayunas después de un mayor consumo de nueces. Varios estudios transversales han destacado una asociación entre la ingesta de frutos secos y los marcadores de homeostasis de glucosa/insulina. Una mayor ingesta de nueces se ha relacionado con niveles significativamente bajos de todos los biomarcadores relacionados con la diabetes, como insulina plasmática, glucosa en sangre, evaluación del modelo de homeostasis: resistencia a la insulina (HOMA-IR), hemoglobina glucosilada (HbA1c), prueba de tolerancia oral a la glucosa (OGTT). ), y HOMA-β.
El efecto de la frecuencia de consumo de nueces sobre la resistencia a la insulina se evaluó con base en HOMA-IR. Este estudio reveló que el consumo de más de cinco raciones (1 ración = 15 g) de frutos secos a la semana, en comparación con menos de una ración al mes, conduce a un HOMA-IR más bajo. Se encontró que esta observación era predominantemente cierta entre las mujeres participantes menores de 40 años.
Según la evidencia de los ensayos clínicos, el consumo de nueces por sí solo redujo la glucemia posprandial en los participantes asociados con la ingesta de alimentos de alto índice glucémico (IG). En individuos sanos, el consumo de almendras con pan blanco redujo significativamente la glucemia posprandial.
Se realizó un ensayo cruzado aleatorizado de cinco brazos en el que participaron personas con intolerancia a la glucosa. Los participantes se dividieron al azar en diferentes grupos, y a cada grupo se le administró almendras enteras, harina de almendras desgrasadas, mantequilla de almendras, aceite de almendras o sin almendras. Todo el grupo que consumía almendras observó una disminución significativa en los niveles de glucosa en sangre. Curiosamente, en el caso de la ingesta de cacahuetes, se observó un retorno más rápido de la insulina a las concentraciones basales cuando los hombres obesos consumían batidos que contenían cacahuetes convencionales y cacahuetes con alto contenido de oleico. El consumo de frutos secos condujo a una reducción significativa de la insulina en ayunas y HOMA-IR; sin embargo, no tuvo un efecto considerable sobre la glucosa en ayunas o la HbA1c.
Consumo de Frutos Secos y Prevención y Manejo de la Diabetes
Los estudios epidemiológicos revelaron inconsistencias y hallazgos no concluyentes relacionados con el consumo de nueces y la incidencia de DT2. Hasta la fecha, no se ha dilucidado el efecto del consumo de frutos secos, de forma dependiente de la dosis, sobre la incidencia del riesgo de DT2. Además, la mayoría de los estudios han combinado nueces con otros alimentos, lo que dificulta la evaluación del papel de las nueces individuales en el índice glucémico.
Solo un estudio arrojó luz sobre el consumo de nueces y el riesgo asociado de diabetes. Este estudio de cohorte prospectivo estadounidense reveló que consumir más de dos porciones (1 porción = 28 g) de nueces por semana reduce el riesgo de DT2. Sin embargo, este hallazgo fue contradicho por otros estudios. Básicamente, la literatura carece de investigaciones que validen los resultados documentados por otros investigadores sobre la exposición a las nueces y la DT2.
No se encontraron ensayos clínicos destinados a evaluar la eficacia de la suplementación con nueces para reducir o prevenir la incidencia de diabetes. Sin embargo, varios estudios revelaron los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea, que conlleva un alto consumo de frutos secos.
Los macronutrientes, micronutrientes y otros compuestos bioactivos presentes en los frutos secos regulan los niveles glucémicos e insulinémicos posprandiales. Además, ayudan en el control del peso corporal, tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, controlan la fluidez de la membrana celular y protegen a las células β contra la toxicidad de la glucosa, los microARN y la secreción de insulina pancreática.
Perspectiva del futuro
En el futuro, se requerirán análisis de dosis-respuesta para dilucidar la cantidad total de frutos secos consumidos para posibles beneficios para la salud relacionados con la diabetes. Además, el impacto de las nueces en la prevención y manejo de TYD debe dilucidarse con mayor detalle. Dado que hay muy pocos datos de ensayos clínicos y epidemiológicos disponibles, se podrían realizar más investigaciones en esta área para proporcionar más información sobre el desarrollo de pautas dietéticas para la diabetes.
Conclusión
Según la evidencia limitada actualmente disponible, las nueces pueden tener efectos beneficiosos en el control y la prevención de la diabetes. Una dieta que incluya nueces también puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la mortalidad en personas con DT2 y mejorar el control glucémico.


