La Dra. Susan Love, cirujana y defensora de la salud mamaria, muere a los 75 años


A la Dra. Love le sobrevive su esposa, la Dra. Helen Sperry Cooksey, cirujana, con quien se casó en San Francisco en 2004 durante el breve período en que se realizaban matrimonios entre personas del mismo sexo allí, antes de que una propuesta electoral de California los declarara ilegales en 2008. También sobrevive su hija, Katie Patton-LoveCooksey, cuya adopción por sus dos madres en 1993 — La Dra. Love era la madre biológica; ambas mujeres la criaron desde el nacimiento, fue el primero otorgado a una pareja del mismo sexo en Massachusetts. Además, al Dr. Love le sobreviven dos hermanas, Christine Adcock y Elizabeth Love, y un hermano, Michael James Love.

hoy, sobre un cuarto de millón de nuevos casos de cáncer de mama se diagnostican cada año. Aunque la enfermedad tiene una tasa de supervivencia más alta que en el pasado, su causa no se ha identificado definitivamente, y el ataque preventivo con el que soñó el Dr. Love aún no se ha producido.

Una técnica ideada por el Dr. Love, conocida como lavado ductal, puede examinar a los pacientes en busca de un riesgo elevado de cáncer de mama. El lavado ductal elimina las células de los conductos galactóforos de la mama, donde a menudo se origina el cáncer de mama, para que puedan analizarse en busca de anomalías que sugieran un riesgo elevado de la enfermedad. Pero la técnica es engorrosa, lenta y costosa, y no se usa mucho.

Los otros libros del Dr. Love incluyen “Dr. Libro de hormonas de Susan Love” (1997; con la Sra. Lindsey), reeditado en 2003 como “Dr. Libro sobre la menopausia y las hormonas de Susan Love.

Si en el curso de su trabajo, la Dra. Love enfrentó a algunos miembros de su profesión, eso fue, como ella lo vio, una consecuencia colateral, aunque inevitable.

“Uno de los comentarios que más valoro provino de uno de mis colegas en Boston”, dijo el Dr. Love a The Montreal Gazette en 1996. “Él siempre pensó en mí como el niño en ‘Las nuevas ropas del emperador‘, el que está diciendo: ‘Oye, espera un minuto, no hay ropa allí’. Y ese es el papel que más disfruto”.

maia coleman reportaje contribuido.



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