En una revisión reciente publicada en Ciencias del cerebrolos investigadores evaluaron la asociación entre el estrés, la depresión, la ansiedad y los trastornos temporomandibulares relacionados con la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) desde la infancia hasta la edad adulta.

Fondo
El síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) es un miembro de la familia Coronaviridae, que comprende virus de ácido ribonucleico (ARN) monocatenario no ramificado. Las dificultades respiratorias leves a graves y las infecciones son causadas por COVID-19. El virus posee mecanismos que ayudan a posponer la respuesta inmunológica de las células. El proceso patológico responsable del deterioro de los tejidos es causado por la respuesta del huésped.
La pandemia ha intensificado la susceptibilidad, la preocupación y los niveles de estrés de las personas. Destacando así cómo la pandemia de COVID-19 y el estrés relacionado pueden haber elevado la aparición de problemas temporomandibulares.
Sobre el estudio
En el presente estudio, los investigadores evaluaron si la ansiedad relacionada con la COVID-19 ha provocado un aumento de los síntomas de disfunción temporomandibular (DTM) en adultos en comparación con los niños.
La admisibilidad de cada documento de estudio se determinó utilizando los siguientes criterios: población, exposición, comparador y resultados (PECO).
1. (P) Los participantes incluyeron pacientes con TMD.
2. (E) Los pacientes con TMD que fueron examinados con criterios de diagnóstico (DC)-TMD durante la pandemia de COVID-19 constituyeron el grupo de exposición.
3. (C) El grupo de comparación estaba formado por pacientes con TMD anteriores a la COVID.
4. (O) El resultado implicó determinar la prevalencia de TMD durante la pandemia. La comparación de la prevalencia y la gravedad de los TTM a lo largo de la pandemia con el período anterior a la pandemia se consideró como resultado secundario.
Los autores buscaron cuidadosamente en PubMed, Lilacs, Scopus y Web of Science artículos publicados entre 2019 y el 30 de septiembre de 2022. Los términos “COVID-19” y “Trastornos temporomandibulares” se combinaron para la búsqueda. Las fuentes se buscaron manualmente en busca de revisiones sistemáticas anteriores sobre el mismo tema. Esta revisión sistemática se realizó de acuerdo con el Manual Cochrane para Revisiones Sistemáticas de Intervenciones, así como con los estándares de Elementos de información preferidos para revisiones sistemáticas (PRISMA).
Dos revisores extrajeron los datos de forma independiente de los artículos incluidos mediante una hoja de Microsoft Excel personalizada para la extracción de datos. Se extrajo la siguiente información: (1) autor inicial; (2) año de publicación; (3) país de origen; (4) tipo de estudio; (5) tipo de TTM; (6) tamaño de la muestra del estudio; (7) edad del participante; (8) hallazgos principales; (9) cambios en la intensidad de los síntomas antes y después de la pandemia.
Resultados
Se encontró un total de 198 estudios a través de una búsqueda en cuatro motores. Durante el último paso de selección, se evaluaron los resúmenes de 54 publicaciones para determinar si cumplían con PECO y los criterios de inclusión. Solo cuatro estudios fueron seleccionados para su inclusión en esta investigación sistemática que involucra a 556 pacientes analizados. Los diseños de estudio empleados en estos estudios incluyeron ensayos clínicos aleatorizados, estudios retrospectivos e investigación prospectiva de cohortes.
Uno de los estudios comprendió a 288 pacientes que se sometieron a un examen de la articulación temporomandibular de acuerdo con los criterios diagnósticos de TMD para determinar la presencia de síntomas. Este análisis indicó un aumento significativo en la parafunción entre hombres y mujeres. Durante COVID-19, el bruxismo diurno y nocturno fue más frecuente entre las mujeres.
Otro estudio analizó a 182 sujetos que se sometieron al Eje II del DC/TMD, que es un cuestionario que evalúa el dolor mandibular crónico, su impacto en la vida social y el estrés psicosocial. El examen de los datos del cuestionario mostró que el 40,7% de las personas experimentaron síntomas de TTM en el mes anterior.
Casi el 60,8 % de ellos experimentó dolor facial en los tres meses anteriores, mientras que el 51,4 % señaló que sus síntomas se habían deteriorado en el último mes y el 51,4 % creía que sus síntomas se habían deteriorado como resultado del confinamiento.
Un estudio también evaluó la calidad y la intensidad de vida de un grupo de mujeres pacientes con TMD mediante la evaluación de su dolor y la gravedad de los trastornos antes y durante la pandemia. No hubo diferencias estadísticamente notables en la intensidad del dolor y las puntuaciones totales de OHIP-14.
Otro estudio examinó el efecto de COVID-19 en la gravedad y la psicología del dolor facial en pacientes con TMD. Los participantes incluyeron 19 personas con TTM crónico, junto con 26 personas con TTM agudo/subcutáneo. En pacientes con DTM persistente, las puntuaciones de la escala fueron significativamente más altas. Hubo una correlación significativa entre las alteraciones en pacientes con enfermedades crónicas y el cambio en las puntuaciones de las escalas de estrés de COVID (CSS).
Conclusión
Los hallazgos del estudio destacaron la correlación de COVID-19 con una incidencia elevada de TMD. Este análisis sistemático demostró el estado de incertidumbre vivido por diversas poblaciones a lo largo de la pandemia, particularmente como consecuencia del estrés, lo que provocó una hiperactividad muscular y un empeoramiento del bruxismo. Ambos son factores causales, así como síntomas de TMD.
Los investigadores concluyen que la terapia oclusal por sí sola resultaría insuficiente para ayudar a los profesionales médicos a resolver los problemas relacionados con las articulaciones y que se deben realizar más investigaciones sobre este tema.


