La leche humana (LM) contiene butirato, un ácido graso de cadena corta (AGCC). Este ácido graso de cuatro carbonos está presente en HM en una concentración variada de 0,1 a 0,75 mg/100 ml. El butirato tiene muchas funciones biológicas, como propiedades antiinflamatorias, y previene la resistencia a la insulina y la obesidad. Un estudio reciente en la revista Nutrientes proporcionó evidencia sobre el origen del butirato HM basado en la composición de la microbiota HM. Este estudio también aclaró los factores maternos y prenatales relacionados con la concentración de butirato HM.
Estudiar: Butirato en la leche humana: asociaciones con la microbiota de la leche, el volumen de ingesta de leche y el crecimiento infantil. Haber de imagen: evso/Shutterstock
Fondo
Estudios previos han revelado que las bacterias anaeróbicas intestinales sintetizan butirato a través de la fermentación de carbohidratos no digeribles. Entre muchos SCFA (p. ej., acetato y propionato), el butirato es una importante fuente de energía utilizada por las células epiteliales del colon.
Aunque se dispone de mucha investigación relacionada con el butirato intestinal, no muchos estudios han aclarado los orígenes del butirato HM. Se ha planteado la hipótesis de que la microbiota intestinal materna sintetiza butirato, que podría llegar a HM a través de la circulación materna. Hasta la fecha, no se ha documentado ninguna evidencia que indique la producción local de butirato a través de en el lugar microbiota HM. Además, es imperativo comprender si los factores maternos y relacionados con el embarazo influyen en la concentración de butirato HM.
Los bebés son introducidos a este ácido graso a través de la ingesta oral de HM o alimentos sólidos. Otra forma a través de la cual los bebés reciben butirato es la fermentación bacteriana de los compuestos dietéticos, particularmente los oligosacáridos de la leche humana (HMO), en el colon. Por lo tanto, el butirato HM no representa la concentración real de butirato que consumen los bebés. Los beneficios del butirato HM para bebés se han indicado en muchos estudios. Por ejemplo, el butirato HM previene el aumento innecesario de peso y adiposidad, lo que disminuye sustancialmente el riesgo de obesidad posterior. Por lo tanto, es importante medir la ingesta absoluta de butirato a través de HM para comprender mejor los vínculos mecánicos con las ganancias de peso y adiposidad.
Acerca del estudio
esta corriente La cohorte prospectiva longitudinal es parte del Estudio de Crecimiento y Lactancia Materna de Cambridge, que tiene como objetivo dilucidar los factores en HM que influyen en la tasa de crecimiento de los bebés e identificar parámetros que aumentan el riesgo de obesidad en la edad adulta. Los autores midieron el HM total consumido por un bebé utilizando una técnica de agua marcada con deuterio. También se evaluó la composición de HM, es decir, sus macronutrientes, butirato, HMO, microbiota de HM y microbioma intestinal del bebé.
En este estudio, se reclutaron parejas de madre e hijo al nacer en el Rosie Maternity Hospital de Inglaterra. En este estudio se incluyeron madres sanas con un índice de masa corporal (IMC) saludable antes del embarazo y que tenían la intención de amamantar hasta al menos seis semanas de edad de los bebés.
Los pesos al nacer se obtuvieron en diferentes momentos, es decir, al nacer, a las 2 y 6 semanas, y luego a los 3, 6 y 12 meses. Se utilizó un calibrador de pliegues cutáneos Holtain Tanner/Whitehouse para medir la grasa corporal subcutánea relativa y el grosor de los pliegues cutáneos (SFT). Se recogieron muestras de HM para determinar la composición.
Hallazgos del estudio
Se incluyeron un total de 71 bebés únicos sanos en este estudio longitudinal para analizar cómo el butirato HM influye en el crecimiento infantil. En general, se encontraron asociaciones negativas entre las concentraciones de butirato HM y las medidas de peso y adiposidad infantil. Este hallazgo coincidió con un estudio anterior que informó que el butirato previene el aumento de peso excesivo y la obesidad durante la infancia.
Dado que se encontró que la concentración de butirato de HM estaba inversamente correlacionada con el volumen de ingesta de HM, se supuso que la alta concentración de butirato en HM podría ser la razón de la baja ingesta de HM en algunos lactantes. Los autores especularon que el olor y/o sabor a butirato en HM y su capacidad para regular el apetito pueden potencialmente disminuir la ingesta de HM en los bebés. Esto también podría causar una atenuación temprana de la ingesta de HM, lo que resultaría en un aumento de peso prematuro del lactante.
En particular, el estudio actual informó una abundancia relativa de Oscillospira en HM, un productor de butirato común. Sin embargo, otros productores de butirato, como Faecalibacterium prausnitzii, Roseburia intestinalis, o Eubacterium rectale, no fueron detectados. Los autores no esperaban la presencia de bacterias productoras de butirato de la comunidad microbiana intestinal, típicamente anaerobias, en HM. Por lo tanto, el aumento del metabolismo bacteriano podría atribuirse al aumento de los niveles de butirato HM y no a los cambios en la composición de la comunidad bacteriana.
Curiosamente, una correlación positiva entre las concentraciones de butirato y los taxones bacterianos que no producen butirato en HM (por ejemplo, Acinetobacter sp.) fue observado. la abundancia de Acinetobacter en HM la microbiota se asoció con alergia alimentaria en lactantes. Además, el butirato exhibió un efecto antimonial en ciertas cepas de Acinetobacter; por lo tanto, la abundancia de esta especie no estuvo asociada con la síntesis de butirato.
Conclusiones
Se encontró que el butirato HM se asoció negativamente con el crecimiento de los bebés. Sin embargo, se descubrió que esta asociación se debilita con la edad, posiblemente debido a la introducción del bebé a otras formas de nutrición. En particular, en este estudio se observó una relación débil entre el butirato de HM y la composición de la microbiota de HM.


