Los científicos están desarrollando un tratamiento innovador para afecciones cerebrales como la epilepsia en forma de “microbots” inyectables que pueden detectar y prevenir las convulsiones.
Los microbots tienen un tamaño de aproximadamente una décima de milímetro, y se implantarán en el cerebro y se controlarán mediante una pequeña unidad portátil, según estudio encuentra.
Según los investigadores de la Universidad de Glasgow, los bots podrán monitorear la actividad eléctrica que puede detectar el inicio de una convulsión y controlar su efecto a través de la neuroestimulación dirigida.
Denominado CROSSBRAIN, el proyecto está encabezado por científicos de Tor Vergata, Universidad de Roma. Por otra parte, el profesor Hadi Heidari, de la Universidad de Glasgow, lidera la participación del Reino Unido en el proyecto.
“Nos complace ser parte de este ambicioso proyecto, que tiene el potencial de allanar el camino para tratamientos transformadores para enfermedades cerebrales patológicas como la epilepsia”, dijo el Prof. Heidari en un comunicado. lanzamiento universitario.
Los microbots están programados para ser desarrollados en los próximos cuatro años.
“Dentro del tejido cerebral, las neuronas se comunican a través de una interacción compleja de mecanismos de señalización, que incluyen cambios químicos, térmicos y eléctricos (despolarización/repolarización). Es ampliamente conocido que muchas afecciones cerebrales patológicas involucran directamente una actividad eléctrica aberrante del cerebro, como ataques epilépticos o trastornos de pánico”, explicó el profesor Nicola Toschi de la Universidad Tor Vergata de Roma, informó el medio.
“En tales condiciones, el reconocimiento oportuno y la pronta intervención son esenciales para comenzar un tratamiento periódico y adaptativo efectivo. Sin embargo, las tecnologías disponibles para guiar y modular la actividad cerebral de forma precisa y selectiva con fines terapéuticos están muy limitadas hasta la fecha, lo que reduce considerablemente las opciones terapéuticas”, añade Toschi.
En otras noticias, los científicos encontraron incluso breve exposición a los humos de diesel de automóviles y otros vehículos podría dañar el cerebro humano. Analizaron los cerebros de 25 adultos a través de resonancias magnéticas para determinar los efectos del aire contaminado.
“Observamos disminuciones atribuibles a la contaminación a corto plazo en la conectividad funcional de la red en modo predeterminado. Las disminuciones en la conectividad cerebral causan muchos efectos perjudiciales para el cuerpo humano, por lo que este hallazgo debería guiar el cambio de política en la regulación de la exposición a la contaminación del aire”, concluyó el equipo.
Un estudio similar de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts publicado en Management Science analizó cómo la mala calidad del aire afecta la función cognitiva de los jugadores de ajedrez.
El equipo descubrió que incluso los jugadores de ajedrez expertos se desempeñaron peor cuando se expusieron a una mala calidad del aire, lo que sugiere que las partículas de contaminación en el aire afectan negativamente la función cognitiva.
